Pullaro y Milei ante sus pruebas de acido

Opinión Varios

Por: Darío H. Schueri       21-01-2024

 

El Presidente de la Nación deberá conseguir que el Congreso le apruebe el DNU y el paquetes de leyes (todos los analistas aseguran que ambas cosas saldrán, pero no como las quiere Javier Milei) mientras que el Gobernador Maximiliano Pullaro enfrenta la puja salarial con el gremialismo estatal.

 

Parecidos pero diferentes; Javier Milei y Maximiliano Pullaro llevaron y llevan adelante políticas verdaderamente disruptivas, en el caso del Presidente exclusivamente desde el Poder Ejecutivo, mientras que Pullaro consiguió que el congreso santafesino le apruebe 18 leyes, más allá de las determinaciones que está – y seguirá – tomando, como por ejemplo dejar sin efecto pases a planta de la gestión anterior, comenzando con casi doscientas y unos cinco mil más bajo la lupa. “La planta del Estado se agrandó en un 10% evaluó el Ministro de Economía Pablo Olivares.

 

Los gremios estatales ponen a prueba a Pullaro

 

Esa decisión de Pullaro – anticipada antes de asumir – crispó aun más ánimos del gremialismo estatal que, como cabecera de playa en la docencia, apunta a conseguir una recomposición salarial del 84%, pasando a sueldo la diferencia salarial que pudiera surgir entre lo abonado por el Estado en todo el año 2023 y la inflación.

El gobierno interpreta que “todo aumento de sueldo deberá estar relacionado con el aumento de los recursos”, que por lo visto tenderían a lo contrario conforme la situación del país. O sea que, difícilmente con este estado de cosas retomen las discusiones paritarias esta semana. Aun hay margen de tiempo con la docencia: las clases arrancarán recién el 26 de febrero.

En respuesta al pedido de aumento de sueldo del 84%, el Ministerio de Economía elaboró un informe (con ilustrativo y colorido gráfico adjunto) en el que da cuenta que durante 2023 los ingresos corrientes en la Provincia se ubicaron en el orden del 123 % respecto a 2022, mientras que la inflación fue del 215, 4 %, y el gasto salarial provincial creció un 155 %.

En lenguaje mileísta: “no hay plata” (para pagar el 84% solicitado).

 

Ministros “a full”

 

Mientras tanto el Ministro de Obras Públicas Lisandro Enrico, anunció que usará 50 mil toneladas de asfalto para realizar tareas de reparación y mantenimiento para recuperar la transitabilidad en las rutas provinciales que conectan los 19 departamentos. Teléfono para Nación que aún no hizo absolutamente nada en las rutas que son de jurisdicción.

Su par de Gobierno Fabián Bastía rubricó con el Gobernador la compactación de más de dos mil vehículos oficiales abandonados entre yuyales de baldíos oficiales, a la par de investigar qué pasó con la flota de autos del Estado donde ni siquiera aparecen vehículos dados de baja, o las piezas de los que fueron desguazados. Y hasta sorpresas con la tarjeta Visa Flota para la carga de combustibles.

 

No al aumento de retenciones

 

Maximiliano Pullaro fue el único que se le “paro de manos” al gobierno en la reunión de gobernadores por el tema retenciones. Inmediatamente hizo un extenso hilo de Twit (X) donde dejó en claro su posición de no acompañar el aumento de retenciones, argumentando que “el gobierno acierta en terminar con el déficit y el despilfarro del pasado, pero repite el error al ponerle un pie en la cabeza de los que producen, que son el sujeto del cambio que el país necesita. Estamos frente a un debate que puede cambiar el futuro del país, y queremos que el cambio sea para bien”, justificó.

La posición del Gobernador santafesino recibió la adhesión de la Bolsa de Comercio de Rosario, quien señaló que “crear o incrementar impuestos que castiguen a la producción y a la industria van en sentido opuesto” (de iniciativas que mejoran la competitividad). La FISFE por su lado hizo saber que el aumento de retenciones “generará caída de la producción y de las exportaciones de mayor valor agregado”.

Esta semana habrá más pronunciamientos de entidades respaldando al Gobernador.

 

Garret Edwards, de la fundación Libertad de Rosario opina que  «la política cambiaria viene mal, se vienen las paritarias, los paros, aún no le aprobaron ni el DNU ni la Ley Bases, discusiones judiciales”, pero cree Edwards que “si Milei logra atravesar los meses de febrero y marzo de manera exitosa, se le puede aclarar mucho el panorama».

 

Parafraseando a Don Alvaro Alsogaray: en este caso habrá que pasar el verano para que Milei comience a ver una luz en el túnel, que esperemos no sea la de un tren de frente.