Por: Darío H. Schueri
Bajo ningún concepto los gremios estatales santafesinos están dispuestos a aceptar que el gobierno les aumente el sueldo de acuerdo con la recaudación; y muchos menos resignar la paritaria 2023 que la gestión Pullaro asegura no estar en condiciones de pagar, por un lado, mientras arguye que fue firmada a sabiendas que era de cumplimiento imposible. Satisfacción del Gobernador porque sus gestiones para no aumentar las retenciones al sector productivos fueron atendidas.
Pullaro y las retenciones: “me alegra que el ajuste no lo pague la producción”
Mientras tanto, el Gobernador Pullaro se manifestó satisfecho con la quita del capítulo fiscal de la Ley Bases, que incluía mayores retenciones para sectores de la producción primaria y máquinas herramientas, lo cual implicaría que no fue en vano su denodada lucha por evitar esos aumentos de derechos de exportación.
“Esto nos va a permitir trabajar juntos para equilibrar la cuentas de la nación y las provincias, y que el ajuste no lo pague la producción y los que menos tienen”, se esperanzó Pullaro.
En cuanto al campo, asoma alguna inquietud por la combinación entre presión fiscal, atraso cambiario y caída en el precio de la soja, de manera tal que ejecutivos de grandes cerealeras advierten el riesgo de que los productores no liquiden, y el Banco Central no cuente con las reservas que aspira a tener cuando llegue abril. Aunque otros expertos confían en que la sequía que se registra en el norte de Brasil garantizará que los precios no decaigan.
Con el biocombustible, no
Otro capítulo que le interesa de sobremanera a Pullaro es el relacionado con el biodiesel, para lo cual su Ministro de la Producción Gustavo Puccini (junto a la Secretaria de Energía Verónica Geese) que “viene desarrollando un trabajo monumental” al decir del Gobernador, viajará este lunes nuevamente a Buenos Aires, porque resulta ser que en el dictamen de mayoría de la Ley Bases se habrían quitado las reforma a la Ley 27.640 de Biocombustibles que impulsaron, encabezadas por Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Tucumán, Salta y Jujuy a los fines de “acompañar la desregulación, equilibrando la participación en el mercado de pymes y grandes productores”, habida cuenta que Santa Fe tiene el 82% de la capacidad productiva del biodiesel del país.
“El proyecto impulsa la existencia de dos segmentos, uno de las no integradas, que son las empresas que no son dueños del aceite; estamos hablando de pymes. Y en el otro, las integradas, que son las dueñas del aceite”, señaló la Secretaria Geese.
La iniciativa nacional pone como punto de partida en 10 % la mezcla de biodiesel con gasoil, que pronto será de un 15 %. La participación en ese 10% inicial se establecerá por licitaciones. Lo que proponen Santa Fe y las provincias productoras en el proyecto elevado a Nación es que haya licitaciones separadas, en segmentos separados. El 6,5 % del corte del 10 % lo licitarían las no integradas y pymes, entre sí; y el otro 3,5 % las integradas o grandes aceiteras, entre ellas.
Puccini graficó: “Santa Fe tiene la potencialidad de una Vaca Muerta, pero de biocombustibles, que tenemos que seguir aprovechándola para ser cada vez jugadores más importantes en ese mundo de la energía”.
No a la paritaria 2023 y aumentos solo ajustado a la recaudación
Maximiliano Pullaro tiene en su escritorio informes de consultoras económicas – uno de los cuales también lee su amigo Llaryora – que vaticinarían una baja de la inflación y consecuente aumento de la recaudación impositiva para mediados de año (junio, más precisamente), motivo por el cual insiste en que los aumentos salariales a los empleados públicos estará atado a esa variante: aumento de la recaudación, que hoy según el Ministerio de Economía está un 92% por debajo de la inflación en 2023 (123 % contra 215 %), mientras que la masa salarial creció por encima de lo recaudado (131,25 %) producto de otorgar mejores ingresos y del crecimiento de la planta permanente (unos 13 mil empleados mas).
AMSAFE fue cabecera de playa de la lucha gremial en pos de aumentos salariales “que respeten el poder adquisitivo de los trabajadores” y el “estricto cumplimiento de la paritaria 2023”. Este lunes será el turno de UPCN y ATE, y el miércoles se les informará a los gremialistas docentes la propuesta salarial para enero.
De todos modos, de acuerdo con el tenor de las declaraciones de los sindicalistas estatales, los aprontes para una declaración formal de hostilidades (movilizaciones, asambleas y eventualmente paros) se estarían dando. En AMSAFE advirtieron que “por lo visto el gobierno no tiene intenciones de dar marcha atrás”, según trascendió después de la reunión paritaria del jueves.
El tono discursivo este lunes de Jorge Molinas de UPCN y Adolfo Avallone de ATE a la salida de la reunión con el gobierno, marcará el devenir de los acontecimientos futuros.
Los números gobiernan el mundo
En esta columna nos gusta poner las cosas en contexto: ¿de cuanta plata se está hablando entonces para no atender los pedidos gremiales en la medida que lo solicitan?.
Según pudimos saber, satisfacer la “compensación” salarial 2023 (de acuerdo al acta paritaria y que los sindicatos estiman en un 84% incorporado a los salarios) le significaría al gobierno desembolsar unos 60 mil millones de pesos por mes, o sea, 750 mil millones de pesos al año.
Ahora bien, si gobierno decidiera aumentar los sueldos de enero atendiendo a una inflación estimada – generosamente – en un 20%, le supondría erogar 31.800 millones de pesos más.
Habida cuenta que tanto el Ministro de Economía Pablo Olivares en su momento, y luego el propio Gobernador Pullaro se quejaron del aumento de empleados y pases a planta de unos 13 mil agentes (de los cuales no serían muchos los que podrían dejar sin efecto, aunque la Ley de Ministerios prevé “reasignaciones”), las cuentas de Economía arrojan una cifra de 6.500 millones de pesos más a pagar por mes.
Y finalmente dentro de la paritaria docente, uno de los puntos que planteó el gobierno fue el ausentismo, que estaría en el orden del 32.5%, y traducido en plata significaría 13 mil millones de pesos extras por mes en pago de reemplazos.
Naturalmente que los gremialistas ya saben de estas cuentas, y tendrán respuestas para cada uno de los ítems cuando las cosas se pongan difíciles. Todo dependerá del grado de concesión en las convicciones que muestre el gobierno, y del ánimo recíproco para que la sangre no llegue al río.
“Nosotros vinimos para hacer las cosas distintas, somos gente de palabra; no espere nadie las mismas actitudes a las que están acostumbrados; ya lo hicimos con decisiones en otros asuntos de impacto político institucional”, se escuchó decir en el circulo político más cercano al gobernador”.
La pelota está en el aire, suele decir un amigo futbolero.