– La implantación de soja temprana, totalmente paralizada por la inestabilidad y las precipitaciones que se produjeron en toda el área de estudio, durante 3 o 4 días según zonas, montos que sumados a los de las semanas anteriores condicionaron y regularon el ritmo de las actividades agrícolas.
Todo lo implantado hasta la fecha, presentó buena germinación, emergencia o crecimiento, favorecido por la recuperación del contenido de agua útil en los perfiles de los suelos.
Se logró un 85 % en el proceso de siembra, cuya intención inicial se estimó en 1.065.000 ha, un 7 % menor que el de la campaña anterior, en similar lapso y sin adelanto intersemanal.
-Ante las particularidades climáticas enunciadas, las características de los predios, las condiciones físicas de los suelos, falta de piso, accesibilidad a los lotes y caminos rurales intransitables, se interrumpió la siembra de sorgo, algodón o soja tardía.
-Debido a los cambios ambientales ocurridos, la intención de siembra para la campaña 2024 – 2025 de soja tardía, se ajustó en 20.000 ha más, por lo que se alcanzarían unas 600.000 ha.
En el norte santafesino, durante las tres últimas semanas reinaron situaciones de alta nubosidad y elevada humedad, que no favorecieron la tarea de los polinizadores, los que no trabajaron normalmente y en forma adecuada.
A los sembradíos logrados en última instancia, se los detectó en crecimiento o desarrollo vegetativo, sin inconvenientes.
En el área de estudio se observaron dos realidades distintas, bien diferenciadas, cuando:
a) las implantaciones se realizaron en la ventana óptima de siembra y fueron beneficiadas por las lluvias puntuales, al cereal se lo encontró en etapas de floración y otras, en comienzo de R2 (cuaje) sin inconvenientes y hasta aquí, expresaron todo su potencial genético;
b) los lotes fueron sembrados durante las últimas jornadas, con un corrimiento o desfasaje de 20 a 25 días de la fecha ideal y como consecuencia de la escasa a nula disponibilidad de agua útil en la cama de siembra de los suelos, a los maizales se los visualizó en etapas de crecimiento o desarrollo, principalmente, en el área de influencia de las cuencas lecheras.
Los lotes implantados al comienzo de la campaña germinaron y emergieron normalmente. Solo, en algunas parcelas puntuales se visualizaron problemas de emergencia, por los excesos hídricos.
Los futuros pronósticos climáticos, permitirían la continuidad de la implantación de la oleaginosa, que en una primera estimación se estableció, que la intención de siembra sería similar al de la campaña anterior, que fue de 106.600 ha.
La dinámica de los escenarios ambientales, las particularidades zonales más los múltiples factores actuantes, condicionaron o regularon, la toma de decisiones a lo largo del ciclo de la cosecha fina 2024 y de las nuevas planificaciones, de la campaña de la cosecha gruesa 2024 – 2025