– La implantación de soja tardía, durante el período informado fue constante el ritmo de siembra, la estabilidad climática y los días soleados, conformaron realidades ambientales muy favorables para la actividad, que se llevó a cabo normalmente y logró un grado de avance del orden del 80%, con un adelanto de 20 puntos, en comparación a similar intervalo de la campaña pasada.
La intención de siembra de la oleaginosa para la campaña 2024 – 2025, se estimó en unas 600.000 ha, fundamentada en los cambios climáticos ocurridos.
-Se prosiguió la siembra de sorgo, algodón y continuó la de maíz tardío, que, en una primera estimación, la intención de siembra del cereal fue de 70.000 ha, un 30 % menor al ciclo anterior, dicha disminución resultó como consecuencia del daño constante – progresivo que ocasionó la presencia de Spiroplasma kunkelii, transmitida por la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), en los distintos sembradíos, durante la campaña pasada.
Los primeros rendimientos promedios oscilaron los 16 qq/ha, en el segundo período de trabajo se obtuvieron de 20 – 22 qq/ha, con lotes puntuales de 24 qq/ha, todos ubicados en el departamento General Obligado y considerados como buenos, por el sector agropecuario.
En el resto de los cultivares el estado de la oleaginosa fue desde bueno a muy bueno y excelente. No se detectaron plagas ni enfermedades.
Hasta el momento, las condiciones sanitarias fueron buenas, sin presencia de insectos o enfermedades.
En el área de estudio se observaron dos realidades distintas, bien diferenciadas, cuando:
a) las implantaciones se realizaron en la ventana óptima de siembra y fueron beneficiadas por las lluvias puntuales, al cereal se lo encontró en fases de fin de floración, R2 (cuaje), R3 (grano lechoso) y en comienzo R4 (grano pastoso), sin inconvenientes;
b) los lotes fueron sembrados durante las últimas jornadas, con un corrimiento o desfasaje de 20 a 25 días de la fecha ideal y como consecuencia de la escasa a nula disponibilidad de agua útil en la cama de siembra de los suelos, a los maizales se los visualizó en etapas de crecimiento, desarrollo y comienzo de floración, principalmente, en el área de influencia de las cuencas lecheras.
Las precipitaciones regulares que se registraron en toda el área algodonera, favorecieron la normal evolución de la oleaginosa que, en general, se la encontró desde buen a muy buen estado. Solo algunos lotes estuvieron afectados por las lluvias particularmente, los ubicados en áreas con posiciones topográficas bajas o deprimidas.
La dinámica de los escenarios ambientales, las particularidades zonales, más los múltiples factores actuantes, condicionaron o regularon la toma de decisiones del ciclo de la cosecha gruesa 2024 – 2025.