El proceso de recolección del maíz temprano, en los departamentos del área de estudio, fue constante cinco o seis días y el del algodón, específicamente en toda el área algodonera, estuvo regulado por los altos porcentajes de humedad ambiente y las lluvias. La cosecha, se prolongó en el tiempo con consecuencias para la calidad de los cultivares y los productos finales que se obtendrían.
Las situaciones climáticas reforzaron las diferentes fases de los sembradíos, principalmente soja temprana, soja tardía, maíz tardío y sorgo granífero, según zonas_
– Área centro norte y norte: continuó siendo muy heterogénea, compleja y con importante impacto en los futuros resultados, en etapas de fin de floración, reproductivas y comienzo de cosecha.
– Área centro y sur: con evoluciones muy favorables fueron de buenas a muy buena y excelente, por disponibilidad de agua útil en los perfiles de suelos. El proceso de recolección continuó y avanzó con ritmo sostenido.
La actividad continuó muy regulada en los departamentos del sur del área de estudio, por la disponibilidad de equipos – cosechadoras, dado que la prioridad la tuvieron otros cultivos, el de soja temprana y soja tardía.
Se logró un adelanto semanal de 6 puntos y hasta la fecha se llegó al 98 % de la superficie total implantada. Se obtuvieron los siguientes resultados:
Ø En el sector norte, los rendimientos promedios mínimos oscilaron desde 58 a 60 qq/ha, con máximos de 65 a 68 qq/ha y en lotes puntuales se lograron 70 qq/ha.
Ø En el sector centro, los rendimientos promedios mínimos variaron desde 65 a 70 qq/ha, con máximos de 85 a 95 qq/ha y en lotes puntuales se contabilizaron 120 qq/ha.
Ø En el sector sur, los primeros lotes, los rendimientos promedios mínimos fueron desde 65 a 70 qq/ha, con máximos de 85 a 100 qq/ha y en lotes puntuales se alcanzaron 130 qq/ha.
* Centro norte y norte, perduraron los síntomas y los daños por el estrés térmico o déficit hídrico soportado, se hallaron lotes manchonados, no uniformes, con plantas marchitas, muertas, pero, en general, en estado regular o en etapa fenológica de madurez plena y comienzo de cosecha.
Los primeros rendimientos promedios variaron entre mínimos de 5-6 u 8 qq/ha hasta máximos de 15-17 y 20 qq/ha.
* Centro y sur: el 100 % de los sojales se encontró en estado bueno, muy bueno o excelente. En proceso de recolección, con un intenso ritmo de avance, solo un par de días detenido por las precipitaciones débiles y los altos porcentajes de humedad ambiente.
Los rendimientos promedios fluctuaron entre 38 – 40 y 45 qq/ha, algunos lotes puntuales alcanzaron los 52 – 55 qq/ha, valores superiores a los que iniciaron el proceso que fueron de 32 – 35 qq/h.
Se han implantado 1.037.000 hectáreas de soja temprana.
* Centro norte y norte: persistieron los síntomas y los daños por el estrés térmico o déficit hídrico soportado, se hallaron lotes manchonados, no uniformes, con plantas marchitas, muertas, pero, en general, en estado regular y en etapas de fin de floración o de comienzo de fructificación.
* Centro y sur: el 100 % de los sojales se encontró en estado bueno, muy bueno o excelente. Durante la semana comenzó el proceso de recolección, los primeros rendimientos promedios obtenidos oscilaron entre 30 y 42 qq/ha.
En la región se han sembrado unas 594.000 hectáreas.
El avance fue lento debido a las condiciones de humedad, típicas de la época, pero las actividades agrícolas se optimizaron los días soleados. Los lotes que sufrieron estrés hídrico o térmico perdieron la carga inicial y comenzaron un segundo ciclo de floración, se los encontró en llenado de cápsulas en estado bueno, en general, pero las bajas temperaturas afectarían el normal desarrollo de los algodonales, la calidad de la fibra e incluso, los resultados finales, ante la posible ocurrencia de heladas tempranas.
Los rendimientos obtenidos, según área algodonera:
• Este: valores mínimos de 400 – 450 a 1.300 kg/ha con calidad de fibra. En valores inferiores a los parámetros base y con máximos de 2.500 kg/ha en lotes bajo riego, que también fueron considerados como bajos;
• Oeste: se lograron los 1.400 a 1.900 kg/ha.
La dinámica de los escenarios ambientales, las particularidades zonales, más los múltiples factores actuantes, condicionaron o regularon la toma de decisiones del ciclo de la cosecha gruesa 2024 – 2025 y condicionarían o regularían las planificaciones de la próxima cosecha fina.