Balance Lácteo a abril de 2025

Agroindustria Noticias

Fuente: OCLA

 Se vino desacelerando la caída de la producción a finales de 2024, noviembre y diciembre pasados tuvieron un crecimiento interanual (1,5% y 4,4% respectivamente) y enero-abril 2025 arranca con un crecimiento interanual del 11,9% en el promedio diario (11% en el volumen total).

Las exportaciones que desde el pico de febrero venían cayendo hasta junio, se recuperaron bastante en julio, vuelven a caer en agosto, retoman algo septiembre, crecen bastante en octubre, caen en noviembre y en diciembre, vuelven a caer en forma importantes (21%) en enero en términos de LLE y lo hacen muy levemente en febrero y algo más fuerte en marzo y abril.

Por su parte los stocks inician el año con 56 millones menos que el año anterior y casi que compensan la caída de exportaciones (70 millones). Por lo tanto, la suba de producción de 324 millones sumada a las importaciones (21 millones), se quedan en los stocks finales de abril que crecieron 26 millones, y el resto lo absorbe un mayor consumo (333 millones), que crece un 14,6%.

El crecimiento anual estimado de la población hace que el consumo per cápita suba 13,6%.

Cabe aclarar que la anualización del consumo, en el balance, supone la continuidad de crecimiento de ahora hacia fin de año, situación que consideramos poco factible.

En términos más simples, suponemos que el consumo de 2023 que fue de 190 litros, cayó a 170 litro en 2024 y recupere hacia los 185 litros en 2025.

El consumo cayó algo más de 20 puntos en el primer cuatrimestre de 2024, hoy en 2025 se ha recuperado casi 15 puntos, con lo cual quedan pendientes de recuperación 5 puntos porcentuales.

Contribuyen a la mejora paulatina del consumo, como lo indicamos en el anterior informe de Ventas, la recuperación del salario respecto al Valor del Litro de Leche Equivalente comercializado en el Mercado Interno que muestra en los últimos meses un incremento del poder adquisitivo del mismo medido en Litros de Leche Equivalentes (LLE), como así también la desaceleración tanto en precios mayoristas como en los minoristas de los productos lácteos.

El consumo masivo se reactiva.

Se amplió el tamaño de la canasta y aumentó la frecuencia de compra.

Entre las categorías que más crecieron en el inicio de 2025 se destacan los yogures descremados.

Las estrategias más utilizadas por los argentinos para enfrentar la crisis incluyen la búsqueda activa de promociones (65%), la resignación de marcas o productos (45%) y el ahorro generalizado (27%). Estas tácticas reflejan un consumidor cauteloso, que ajusta sus decisiones de compra frente a un contexto económico todavía incierto.

Los sectores más acomodados impulsando la recuperación, mientras que los hogares más vulnerables aún enfrentan dificultades para acceder a una canasta básica más diversa.

Los datos muestran que el volumen de la canasta creció más del 10% en los niveles medio y alto en comparación con el mismo período de 2024.

Las primeras marcas comienzan a mostrar signos de recuperación, aunque siguen compitiendo con las marcas económicas, que se consolidaron como una opción fuerte para el consumidor argentino.

El consumo masivo en 2025 muestra así un escenario mixto: una leve reactivación en algunos sectores, impulsada por los hogares de ingresos medios y altos, y una persistente fragilidad en los sectores más bajos, que todavía no logran subirse a la ola de la recuperación.